El Ayuntamiento de la capital duda de si la escombrera se encuentra dentro de su término municipal y el alcalde de la localidad del Alfoz asegura que el terreno se ubica en la ciudad
La cantidad de residuos acumulados, a simple vista varias toneladas, hace pensar que hace ya tiempo que una finca situada en el límite de Burgos con Villagonzalo (en la carretera de Arcos) ha sido utilizada como vertedero ilegal sin que se haya conseguido evitar que la acumulación de basura y de escombros haya ido a más.
La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Burgos, Carolina Blasco, explica que en el Semat (el servicio encargado de la limpieza y recogida de basura de la ciudad) conocen la existencia de esta escombrera, que no tienen encomendado actuar en ella pero que existen dudas sobre si se encuentra en suelo de la ciudad o del municipio. En Villagonzalo, su alcalde, Juan Carlos de la Fuente, sí lo tiene muy claro y manifiesta, «sin ninguna duda», que el suelo donde se encuentra el vertedero pertenece a la capital y recuerda cómo «hace unos 8 meses» el Seprona le hizo una visita y se constató que no pertenecía a su localidad. Aunque sostiene que no les ha generado «ningún problema de olores ni de ningún tipo» entiende que se debe poner remedio «para que no vaya a más».
En el Consistorio capitalino, en cualquier caso, la concejala asegura que la próxima semana tratarán de disipar las dudas sobre la posición exacta de la parcela antes de poder tomar una decisión.
Otro de los asuntos que es necesario conocer, prosigue la edil, es si la propiedad del suelo es pública o privada. En este caso, el procedimiento que se debería de seguir sería la apertura de una expediente, instar al dueño a que retire los residuos y en el último término que sea el Ayuntamiento el que se encargue de esta tarea de forma subsidiaria. Para sacar del lugar los escombros sería necesario contratar a una empresa.
En el lugar, que según detalla el alcalde de Villagonzalo se utilizado por particulares y por pequeños autónomos que hacen caso omiso a las obligaciones legales, se amontonan montañas de escombros de obra (ladrillos, azulejos, aislantes de viviendas, cemento...), restos de vehículos como ruedas y parachoques, televisiones, electrodomésticos, ropa, sofás...
Entre los usuarios habituales de la carretera, que denuncian «la suciedad» que se acumula en la zona, la existencia de ese vertedero es cada vez más conocida. Y es que, se ha ido expandiendo de tal forma que, aunque estaba apartado, cada vez es más visible.
Justo al otro lado de la cazada también se puede apreciar otro punto en el que se ha comenzado a tirar algo de basura, si bien no es comparable con ese vertedero. Aquí, además, se aprecia que el dueño se ha preocupado en colocar una valla para evitar que se arrojen residuos.
Fuente: Diario de Burgos, 06/12/1992